Poco queda, para que llegue el momento que mi madre espera todo el año, mientras tanto el olor de los espartos acompañará nuestra espera y permanecerá durante algunas fechas, cuando haya pasado absolutamente todo y la rutina de los días, nos inunde de nuevo con la nostalgia de lo vivido.
martes, 31 de marzo de 2009
Aromas de esparto
Poco queda, para que llegue el momento que mi madre espera todo el año, mientras tanto el olor de los espartos acompañará nuestra espera y permanecerá durante algunas fechas, cuando haya pasado absolutamente todo y la rutina de los días, nos inunde de nuevo con la nostalgia de lo vivido.
lunes, 30 de marzo de 2009
Las verdades de Enrique Henares
Hoy las páginas de algunos periódicos hablan de mitin político, de letanía de agravios, de que el pregonero se metió en charcos que ni le van ni le venían y tantas otras cosas, y es que a veces es muy duro en estos tiempos politicamente incorrectos escuchar lo que el pregonero defendió y denunció desde su atril, que no está tan alejado de lo que tantos otros podemos pensar. Afortunadamente el pregón no tienen porque darlo siempre periodistas , que a veces para dar un discurso sincero no hace falta ser profesional de la información y si saber cantar a la vida con sus realidades, porque aquí hoy algunos mirarán la rima asonante y la métrica imperfecta, pero olvidaran esas valentía del pregonero para decir esas verdades que esos mismos no son capaces de decir y denunciar en sus columnas desde las que pontifican desde más de uno y más de dos medios de comunicación.
Si tenemos que ponerle alguna pega al pregón, sólo le achacaríamos el exceso de tiempo, pero eso no quitó que la exposición en determinados momentos fuera magnífica y que algunos se les atragantaran los aplausos del respetable, aunque la ex alcadesa de Castilleja y actual Subdelegada de la Junta lo aplaudiera absolutamente todo, ¿será porque posiblemente no se había visto en otra igual?
Hay cosas que podrán gustar más o menos, pero la realidad es que ayer Enrique Henares tenía verdades que decir, y las dijo, a lo que sólo podemos jalearlo como se merece:
viernes, 27 de marzo de 2009
Días de papeletas
jueves, 26 de marzo de 2009
Todo... y nada
miércoles, 25 de marzo de 2009
El milagro de la gracia
martes, 24 de marzo de 2009
La mudá
Desde La Torrecilla, casi en medio del campo, casi donde ya no era ni Triana, más allá de la cochera de los tranvías, se encontraban, eran pocos, casi los justos para dejando la corriente en banda, llegar hasta la calle San Vicente.
Alrededor del paso, poco personal, digamos que los justos, la mole dorada del canasto, en el mejor de los casos oculta por mantas, y a toda prisa iniciaban el traslado,nunca mejor dicho aquello de a paso de mudá, por un paisaje de huertas, calles de tierra o mal adoquinadas, con charcos y los raíles de los tranvías...
Esas eran la mudás que nos contaba nuestro abuelo, tan distintas de esas que hoy, cuando en nuestra opinión, todo anda muy desvirtuado y que han obligado a las hermandades a recortar ante la bulla que se forma delante de una mesa, por no hablar de lo que se encuentra tantos días delante de las parihuelas de ensayo.
En estos días de mudás y traslados, pensamos en aquellos costaleros de entonces, en aquellas candelerías de fundición, en aquellas parihuelas que más que pasos, parecían ratoneras, llenas de tela metálica, en aquellas calles llenas de socavones y en el peor de los casos hechas un puro charco, en los capataces de entonces, esos que sabían como tenían que cuidar de su gente, pues si un peón se lastimaba, era un hueco que no se podría cubrir probablemente en toda la semana, en aquellas "corrías" de mármol a mármol, en aquella latilla del aguador...
Pensamos y no nos imaginamos que hubiera pasado con nuestra Semana Santa de haber permanecido igual tantas cosas, sin evolucionar tantos años...
miércoles, 18 de marzo de 2009
Cincuenta años
Más de medio siglo de torería que se le han pasado en un suspiro, pero cuantos suspiros de torería, se quedaron para siempre impregnados en las vueltas de su capote, en verónicas de ensueños, ganando siempre el terreno, la pierna alante, cargando la suerte, como le enseñara Salomón Vargas, cada vez más despacio, como queriendo parar el tiempo y abrochando el quite, con esa media en la boca de riego, que tantos han querido, inutilmente, imitar después.
Medio siglo de toreo, que nos contaron sentados en las rodillas de aquellos que nos hicieron creer, y nos trasmitieron la fe de su currismo, esa que nos hizo cometer la locura de irnos a Jerez, al Puerto o a Antequera para ver que era posible, lo que otros creían imposible y es que, verdad José María, la loteria, a veces, toca, vaya que si toca, y nos hace que sigamos cometiendo la locura de torear al aire imitando inutilmente lo inimitable, cuando hablamos de él.
Cincuenta años de alternativa, que aunque ya no te veamos desde hace casi una década en los carteles de abril y rompiendo el paseillo liado en tu capotillo de seda, no han hecho que te hayamos olvidado y te sigamos soñando, torero de Sevilla, en la Pañoleta o en Utrera, en Málaga o en Almería o en aquella mañana de La Algaba.
sábado, 14 de marzo de 2009
Si bene locutus sum cur me caedis
Cuando suenen los altos sones de Dulce Nombre, querrás volver a coger la mano de tu padre para acercarte a la protestación de fe, la vida se renueva pero en esta fila que te antecede siempre perdura, porque en ella habita la hermandad de nuestras vidas, las de las generaciones pretéritas, que se marcharon y la de aquellos que disfrutamos de su presencia y que será la misma de los que ya vienen, porque la hermandad es como esa túnica de nuestra niñez, que con los años le fueron echando el dobladillo y que hoy ya espera retales nuevos.
Y conforme te vas acercando al altar, observa esa Hermandad que permanece, esa que a pesar de las personas y las circunstancias no cambian, ya ves al Hermano Mayor con la vara dorada, hoy la tiene Manolo, pero que no deja de ser la misma que un día asumieron Jesús, Juan Luis, Pepe o Martín, y Ángel Casal, siempre nuestro teniente, por mucho que pase la vida y otros ostenten ese cargo, por no recordar a todos esos que un día se pusieron al frente de la misma desde D. José Vaca, cuando las circunstancias no eran tan fáciles como ahora.
En esa fila que nos anteceden hoy están todos aquellos que fueron y son nuestra hermandad desde Filpo y Enrique, desde Martín a Juan Luis, la de Julio Montes y Salaíto, la de Neguillo y Agustín Carlos, es la misma hermandad de quienes siguen con nosotros como Alfonso García de la Paz o la de Pepe Fluja, es la Hermandad del ayer, pero también la del presente, la de los mayores y la de los jóvenes, esas que están unidas por ser y sentirse de la Bofetá, a la que nos duele por sus cosas, porque ella es parte de nosotros.
jueves, 12 de marzo de 2009
Bofeteros de ayer, de hoy y de siempre
Allí están, algunos que responden a los mismos apellidos que ya aparecían en las primera relaciones de hermanos-acionistas, siempre la terminología mercantil tan cercana a la Hermandad del Señor ante Anás, en los para muchos lejanos tiempos de San Román. Allí están los nazarenos que hoy son los decanos de esta Cofradía del Martes Santo en tomar el cirio al cuadril y sujetarse el antifaz y a quienes, mantienen viva la llama de quienes les legaron su amor por esta Hermandad y hoy ya se lo enseñan a sus nietos.
Aquellos que son tan de su Dulce Nombre como puede serlo el estandarte o las convocatorias de cultos de Cayetano, Bofeteros de ayer de hoy y de siempre, a los que no nos imaginamos en otro lugar que no sea estos bancos finales del coro.
Hoy sonarán altas las voces del coro y en los bancos finales se responderá con el latín aprendido en aquellos cultos de San Antonio con la predicación del Guardián, en ellos, en estos días de Quinario, se sientan la historia viva y desconocida de nuestra Hermandad.
Los anónimos de San Lorenzo
Cualquiera de estas mañanas, llegará el correo electrónico de aquel hermano que te anuncia su llegada a la Ciudad, en la mañana del Martes Santo, casi con el tiempo justo, para tras ese encuentro con las imágenes, recoger unos caramelos de piñones y saborear una cerveza helada en la Bodeguita o en Ricardo y disfrutar de esa conversación con la que sueña en estos días y que cuando hayan pasado las fechas te recordará en ese correo electrónico que te escribe mientras se merienda unos caramelos de piñones, con los papeles de envuelta rojo y azul y abre el cajón de sus recuerdos al reencontrarse con esa fotografía de la Virgen del Dulce Nombre.
¿Cuánto saben nuestras imágenes de tantos Bofeteros de la diáspora, que apenas vuelven a Sevilla el Martes Santo para volverse a marchar a primera hora de la mañana del Miércoles Santo tras hacer la estación de penitencia?
Para esos hermanos de la distancia, a los que calificarlos de capiroteros me parece una ofensa, para los que la Hermandad sigue siendo el nexo que los une con la ciudad de sus mayores, esos que nunca irán en un puesto de relevancia ni tan siquiera con una insignia, ignorados nazarenos de cirios al cuadril de un tramo cualquiera, y para esos anónimos de San Lorenzo, algunos ni siquiera de la nómina, que se acercan cada día para musitar una oración metiendo la cara entre los apenas doce centímetros del hueco de la reja de la Capilla y que transmiten su devoción a quienes se convertirán en los auténticos protagonistas de nuestra Semana Santa, van dirigida hoy las líneas de este Soberao que se ha revestido de damascos como las columnas de la parroquia en estos días de Quinario a Jesús ante Anás en San Lorenzo.
martes, 10 de marzo de 2009
Alcoy
Allí, estaba y aún está, el paso dorado de la Divina Guantá, allí aprendimos jugando tantas cosas que serían fundamentales en nuestra vida, allí hemos reído y hemos llorado cuando nos sentaban en las faldas de Anás, allí hemos vivido la vida diaria de la Hermandad que se perdía en aquella priostía donde Enrique, tenía perfectamente ordenadas desde las herramientas a los elementos del Nacimiento que la Hermandad montaba en la calle Sierpes, allí el recuerdo de las cocacolas de aquel villalbero de San Lorenzo que era Nicolás, el bocadillo de Paco Feria o las pavías de Clemente, allí fuios por nuestras primeras túnicas de mayores, esas que ya no habían salido de la mano de nuestra madre y traían prendidas en su hilo gallego los recuerdos de los años de San Antonio que nos llegaban al abrir por vez primera aquellas talegas…
Allí queda siempre el recuerdo del señorío de aquel hermano Mayor, Martín y Maruja, las conversaciones con D. Manuel Filpo y el recuerdo de Dña. Mercedes de Martes Santo de nazarenitos y navetas de terciopelo azul.
Allí siempre estarán los recuerdos de Curro y Enrique, cuando pasada la Semana Santa nos encontrábamos, la casa llena de barreños con los guardabrisas cuajados de cera, allí siempre los días de la limpieza de plata que vivimos, y allí siempre permancerá aquel recuerdo familiar e imborrable de aquellos bancos azules, donde tantos soñamos nuestro Dulce Nombre.
lunes, 9 de marzo de 2009
Ductus est ad Anam primum
Llegan los días del calendario que nos acercarán aún más a San Lorenzo, días de Quinario a Jesús ante Anás, días de escuchar como el viejo órgano desgrana las notas de Lerate, de cómo este año se recuperarán las coplas de Salas, esas que traerán recuerdos de San Antonio y Orden Tercera para quienes vivieron aquella Hermandad tan diferente a la de hoy, sobre todo, para quienes seríamos incapaces de concebir sobre el mármol rojo del pedestal de la capilla otra presencia que no fuera la de nuestra Virgen Dulce.
A partir de mañana el incienso que se alza ante el altar, nos traerá el recuerdo de quienes fueron tanto y mucho de su Hermandad, aquellos que nos precedieron y que nos legaron aquella simbiosis, Hermandad-Banco-familia, que era mucho más que una relación de notas de cambio y transacciones bancarias tan ajenas a las que hoy nos muestra Botín. Aquellos de los que aprendimos a sentarnos apretujados en los bancos del coro de San Lorenzo, mientras la capilla musical dirigida por Luis Lerate desgranaba las composiciones que con tanta solemnidad vinieron desde San Antonio o sonaban las campanitas durante la Consagración.
A partir de mañana se iniciará el Quinario al Señor ante Anás, pero ya el pertiguero ha golpeado con su pértiga el mármol de San Lorenzo para mandar recoger los ciriales.
Hoy a manera de convocatoria de cultos, pegada en la pared de cualquier templo recordamos aquel latinajo que acompaña a la cruz trinitaria con la orla de Cayetano González:
"Ductus est ad Anam primum, si bene locutus sum cur me caedis"
viernes, 6 de marzo de 2009
Primer viernes de marzo
Te buscaremos, tras un compás que tanto sabe de fervorines y de charlas de primitivos y te reencontraremos Cautivo y Rescatado, descubriendo nuevas devociones que arrancan de esta tan antigua de San Ildelfonso y de la que quedaremos eternamente cautivos en los nuevos arrabales.
Y será, que saldrás a nuestro encuentro, Misericordia Señor para nuestros Dolores, por las calles donde habita la leyenda y será cierto que te volveremos a ver, como nosotros hoy, ultrajado y abofeteado por las circunstancias de la vida.
Hoy sentiremos de nuevo la luz a la que nacimos, desnudos de la vergüenza que nos vistió con los años y querremos volver a la inocencia perdida, esa que que ya nos advierte reflejada en ese rayo dorado que se posa en lo más alto de la cúpula de San Pedro mientras nuestra vida se crucifica esta tarde en el calvario infinito del Aljarafe de donde habrá de resurgir y se hará de nuevo verdad aquello que dijera el poeta, porque ya se ve al Nazareno que se aproxima en la vira de oro de esta tarde de marzo.
(Fotografía: http://lasevillacofrade.blogspot.com/)
jueves, 5 de marzo de 2009
Ante ti
Hoy me he acercado a verte, Señor de nuestras vidas, Cristo de nuestros silencios, luz de nuestras esperanzas, hoy he sentido Señor en tu Capilla la soledad del hombre que se derrumba ante las circunstancias, el que tiene que sobreponerse a sus tibiezas y venirse arriba al contemplar tu lección de muerte.
Hoy mi Catedrático, he ido a verte para contarte mis pequeñas cosas, para agradecerte esa vida que va creciendo y rogarte por nuestras vidas. Ante ti Cristo mío, vuelvo a ofrecerte tantas cosas de mi día a día, esas que se inician cada mañana con un beso a la persona amada y darte gracias por tantas cosas y se duermen cada noche de la misma forma.
Pronto Señor, nos volveremos a encontrar en ese aúla magna que forman las paredes calimochas del Póstigo, cuando el sol de poniente bañe tu cuerpo tronchado y tu sombra se alargue sobre
martes, 3 de marzo de 2009
Agustín Carlos
Viene el palio del Dulce Nombre, con su armonía de bordados, orfebrería y claveles rosas y de pronto uno de los manigueteros, te da una pequeña foto que acaba de sacar de debajo del manto azul con algún poema lleno de dulzura, es el mismo maniguetero que aquel Martes de Ramos, cuando iba el palio a revirar para
- Toca Virgen del Dulce Nombre, que se enteren que ya está aquí la Reina de San Lorenzo…
Fue, aquel su último Martes Santo de maniguetero, meses más tarde caería enfermo y no volvería a asirse a esa manigueta de su Virgen del Dulce Nombre.
Hoy muchos disfrutan de la marcha de López Farfán, muchos no saben cuanto era tu deseo de escucharla en la calle y cantar aquellas estrofas, que nos recitaba de memoria, porque muchos desconocen que fuiste el autentico culpable de prender la mecha para que algunos hicieran para recuperar esa marcha.
Hoy querido Agustín, sabemos que te habrás presentado ante tu Virgen y lo habrás hecho cantando aquella letra del principio de esa marcha de D. Pedro, “Ya está aquí la Virgen del Dulce Nombre”, contigo querido Agustín Carlos, se va la historia viva de la primera juventud de nuestra Hermandad, pero también aquellas Hojas de Archivo, con las que los Directores del Boletín tanto sufrieron, pero con las que los hermanos tanto disfrutarmos.
Hoy te hemos dicho adiós, pero sabemos que nos estarás esperando asido siempre a una de las maniguetas traseras, de tu Virgen del Dulce Nombre.