miércoles, 18 de abril de 2018

Talavante frente al consentido


En el prólogo de la tarde en el Ventura, la gente seguía hablando del indulto y el comentario general era que nos esperaba una dura tarde de resaca, pero afortunadamente, en esto de la tauromaquia, dos más dos no suman cuatro y sólo los que tienen la moneda en su mano, tienen la posibilidad de cambiarla. Así a Manzanares le salió uno de esos toros con los que sueña todo torero, con una embestida de dulce y con el que el consentido de Sevilla volvió a avivar los rescoldos de amor que mantiene con esta plaza, cortando dos orejas, quizás demasiado generosas, y se ilusionó el personal con una nueva Puerta del Príncipe, pero el palco igual que a veces regala tambien priva, y esta vez nos restó la posibilidad de que el buen toro de Núñez del Cuvillo hubiera rodeado el anillo en el arrastre. El quinto después no ayudó y todo se quedaría en pura desilusión.
Y en esta estábamos, cuando Talavante, quizás espoleado por las tardes anteriores, tiró de arrestos, y nos dejó para siempre los mejores naturales que se han dado esta Feria en el Baratillo, llenos de pureza y de verdad, para después tirarse a matar de verdad, saliendo contusionado del embroque, pero incomprensiblemente el palco tardó muchísimo en conceder la primera oreja, lo que restó la posibilidad de pedir y/o conceder  la segunda que por derecho propio le correspondía alpacense. Quizás algunos seguían cegados por el consentido y no vieron la verdad de Talavante. La tarde la completaba Castella, que una vez más nos dió lo mismo de siempre, y claro, después de ver a Talavante bordar el toreo al natural, lo del francés es como cuando el 6 de enero en el roscón te toca el haba en vez de la sorpresa.

Foto: Arjona - @Firma_Arjona

No hay comentarios: